Alida Belen Ramos de Serrano

Alida Belen Ramos de Serrano, a beacon of love and adventure, left this world for her next great journey on November 23, 2024, just shy of her 81st birthday. Born in the vibrant heart of Caracas, Venezuela, Alida's spirit was as fiery and beautiful as the land that gave her life. She passed away in the peaceful town of Webb, Alabama, surrounded by the love of her family and the memories of a life fully lived.

Alida was a woman whose life was a testament to the power of love and the courage to embrace every moment. She was a daughter, a sister, a wife, a mother, a grandmother, a great-grandmother, and a friend to all fortunate enough to cross her path. Her family was her pride and joy, and she leaves behind a legacy of love in her children Delibeth Alida Serrano, Aleida Maria (Billy) Delp, Eduardo Antonio Serrano (Celiani) Ramos, and Milene Serrano (James Elliott Jones, Jr.) Jones, her cherished 10 grandchildren, Aleibith Delp, Alexandra Ponciano, Aly Money, Alexander Ponciano, Aleida Delp, William Delp, James Jones, III, Melany Jones, Eduardo Rafael Serrano, and Aurora Serrano, and 5 great-grandchildren, Anabella Money, Mia Ciocci, Priscilla Ponciano, Jacob Money, and Jax Money. Alida was the sister to Alfredo, Migdalia, Omar, Clara, and Miriam, each a chapter in the beautiful story of her life. She joins in peace her husband, Col. Eduardo Antonio Serrano Perez, her parents, Enrique and Belen Ramos, and her siblings, Eduardo Ramos, Esther Ramos, Luis Ramos, Auristela Ramos, Dora de Martinez, Mereces de Figueras, and Marlene de Melendez, who preceded her in death.

Alida's life was a canvas of experiences, painted with the colors of faith, care, and determination. She was an independent spirit who taught us that bravery was not the absence of fear, but the triumph over it. Alida loved to care for others, always offering a smile as bright as the Venezuelan sun. She carried the warmth of her homeland wherever she went, spreading joy with her laughter and infectious love for life.

Her adventurous soul meant that Alida was always ready for a new experience, whether it was traveling back to the rolling landscapes of Venezuela or exploring the bustling streets of New York City. Alida's passion for the outdoors was evident in the love she poured into her garden, each flower a note in the symphony of her serene back porch retreat. A woman of faith, she found solace and strength in her prayer books, and her spirit danced to the Latin rhythms that echoed the pulse of her heritage.

Alida was a motivational force in the lives of many. Her words of encouragement were a guiding light, and her ability to uplift those around her was a gift she gave freely and often. As the American poet Maya Angelou once said, "Try to be a rainbow in someone's cloud." Alida was that rainbow, a radiant presence in the lives of those she touched.

To know Alida was to know what it means to be truly alive. She embraced every moment with a loving and spirited heart, teaching us that life is not just about the breaths we take, but the moments that take our breath away. Her legacy is not just in the lives she created, but in the lives she inspired. Alida's story is one that will be told in the laughter of her grandchildren, in the courage of her children, and in the gardens that bloom long after her footsteps have passed.

A celebration of Alida’s life will be held at 2 pm on Wednesday, November 27, 2024 at Sunset Funeral Home Chapel with Pastor Daryl Bates officiating. The family will receive friends at the funeral home on Wednesday from 1:30-2 pm.

Alida Belén Ramos de Serrano, un faro de amor y aventuras, dejó este mundo para emprender su próximo gran viaje el 23 de noviembre de 2024, poco antes de cumplir 81 años. Nacida en el vibrante corazón de Caracas, Venezuela, el espíritu de Alida era tan ardiente y hermoso como la tierra que le dio vida. Falleció en la tranquila ciudad de Webb, Alabama, rodeada del amor de su familia y los recuerdos de una vida plenamente vivida.

Alida fue una mujer cuya vida fue un testimonio del poder del amor y del coraje de abrazar cada momento. Fue hija, hermana, esposa, madre, abuela, bisabuela y amiga de todos los afortunados que se cruzaron en su camino. Su familia era su orgullo y alegría, y deja un legado de amor en sus hijos Delibeth Alida Serrano, Aleida María (Billy) Delp, Eduardo Antonio Serrano (Celiani) Ramos y Milene Serrano (James Elliott Jones, Jr.) Jones. , sus queridos 10 nietos, Aleibith Delp, Alexandra Ponciano, Aly Money, Alexander Ponciano, Aleida Delp, William Delp, James Jones, III, Melany Jones, Eduardo Rafael Serrano, y Aurora Serrano, y cinco bisnietos, Anabella Money, Mia Ciocci, Priscilla Ponciano, Jacob Money y Jax Money. Alida era hermana de Alfredo, Migdalia, Omar, Clara y Miriam, cada uno de ellos un capítulo de la hermosa historia de su vida. Se une en paz a su esposo, Coronel Eduardo Antonio Serrano Pérez, a sus padres, Enrique y Belén Ramos, y a sus hermanos, Eduardo Ramos, Esther Ramos, Luis Ramos, Auristela Ramos, Dora de Martínez, Mereces de Figueras y Marlene de Meléndez, quien la precedió en la muerte.

La vida de Alida fue un lienzo de experiencias, pintada con los colores de la fe, el cuidado y la determinación. Ella fue un espíritu independiente que nos enseñó que la valentía no era la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. A Alida le encantaba cuidar a los demás, ofreciendo siempre una sonrisa tan brillante como el sol venezolano. Llevaba el calor de su tierra natal dondequiera que iba, difundiendo alegría con su risa y su contagioso amor por la vida.

Su alma aventurera significaba que Alida siempre estaba lista para una nueva experiencia, ya fuera viajar de regreso a los ondulantes paisajes de Venezuela o explorar las bulliciosas calles de la ciudad de Nueva York. La pasión de Alida por el aire libre era evidente en el amor que derramaba en su jardín, cada flor era una nota en la sinfonía de su sereno refugio en el porche trasero. Mujer de fe, encontró consuelo y fortaleza en sus libros de oraciones, y su espíritu bailó al ritmo de los ritmos latinos que hacían eco del pulso de su herencia.

Alida fue una fuerza motivadora en la vida de muchos. Sus palabras de aliento fueron una luz guía y su capacidad para animar a quienes la rodeaban fue un regalo que ella dio gratuitamente y con frecuencia. Como dijo una vez la poeta estadounidense Maya Angelou: "Intenta ser un arco iris en la nube de alguien". Alida era ese arco iris, una presencia radiante en las vidas de aquellos a quienes tocaba.

Conocer a Alida fue saber lo que significa estar verdaderamente vivo. Ella abrazó cada momento con un corazón amoroso y enérgico, enseñándonos que la vida no se trata sólo de las respiraciones que tomamos, sino de los momentos que nos dejan sin aliento. Su legado no está sólo en las vidas que creó, sino en las vidas que inspiró. La historia de Alida se contará en la risa de sus nietos, en el coraje de sus hijos y en los jardines que florecen mucho después de que sus pasos hayan pasado.

Se llevará a cabo una celebración de la vida de Alida a las 2 p.m. el miércoles 27 de noviembre de 2024 en Sunset Funeral Home Chapel con el pastor Daryl Bates oficiando. La familia recibirá amigos en la funeraria el miércoles de 13:30 a 14:00 horas.